Por: Jorge Ancizar Cabrera Reyes.
“El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en la niñez y adolescencia. Todos los niños y niñas del mundo tienen derecho a ser felices”.
El 15 de febrero de cada año, se conmemora el Día del Cáncer Infantil, que fue instituido en el año 2001 en la Ciudad de Luxemburgo, para tener presente esta enfermedad logrando que cada año se realicen con más énfasis campañas para el tener conciencia de la importancia de la prevención y del rápido diagnóstico y tratamiento adecuado en la búsqueda del cuidado y mejoramiento de esta enfermedad del cáncer infantil.
Hay que estar atentos en la adecuada atención y cuidado de los niños y niñas, que como héroes luchan cada día contra esa enfermedad catastrófica y traicionera como lo es el Cáncer.
Se requiere mayor atención por parte del Estado y de los programas para la prevención de esta enfermedad que a temprana edad afecta el crecimiento físico y la capacidad intelectual de todos los niños y niñas que padecen está tragedia que perjudica todo su entorno familiar y social de ellos en sus sueños y esperanzas de vivir y de crecer, educarse y aportar a sociedad globalmente.
De ahí que se hace necesario la atención médica – cientifica y que el Estado asuma en mejores condiciones económicas los costos para proteger a la población infantil de esta enfermedad del cáncer y que los niños puedan ganar la batalla y así prolongar su vida.
Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud OMS, nos indica: “La probidad de que un niño sobreviva a un diagnóstico de cáncer depende del país en el que viva: en los países de ingresos altos, más del 80% de los niños afectados de cáncer se curan, pero en muchos países de ingresos bajos o medianos se curan menos del 30%”.
“Esas menores tasas de supervivencia en los países de ingresos bajos o medianos pueden explicarse por un diagnóstico tardío, la incapacidad para efectuar un diagnóstico preciso, la falta de acceso a tratamiento, el abandono de las pautas terapéuticas” según la OMS entre otras, y concluye: “La mejora del acceso a la atención oncológica infantil, en particular a tecnologías y fármacos esenciales, resulta muy rentable, es viable y puede mejorar las tasas de supervivencia en todo tipo de contextos”.
Según la Ley Ley 12 de 1991 “Por medio de la cual se aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, en el primer numeral del artículo 24 establece: “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud. Los Estados Partes se esforzarán por asegurar que ningún niño sea privado de su derecho al disfrute de esos servicios sanitarios”.
En la parte final del artículo 44 de la Constitución Política de Colombia dice: “los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”.
Para concluir, necesitamos que los niños tengan y puedan disfrutar de su niñez tranquilamente y que la enfermedad del cáncer no sea un impedimento para tener una vida maravillosa en su inocencia, en sus juegos cotidianos y su formación para llegar al conocimiento del mundo real con sus alegrías y dificultades.
