El paso del circo militar tuvo como objetivo unir fronteras entre las comunas de Cali y
crear una cultura de paz en los niños, jóvenes y adultos. En su última función se intercambiaron 700 juguetes bélicos y armas blancas por kits escolares y deportivos.
A través de la cultura circense el Ejército Nacional buscó reunir en un mismo espacio
a las familias de las comunas de Cali, más vulnerables donde aún existen conflictos y
fronteras invisibles; por eso, a través de esta llegó al nororiente de la ciudad el circo
Colombia N.°3 para beneficiar a los ciudadanos con entretenimiento, educación y una
cultura de paz.
Durante 20 días la carpa azul recibió a más de 21 mil caleños que llegaron para admirar
a los soldados en un escenario diferente de integración y cultura, pero, además se
encontraron con la estrategia: Desarmando Corazones, que buscó que niños y jóvenes
intercambiaran juguetes que incitan a la violencia y armas blancas por kits escolares
o deportivos, como un gesto voluntario de dejar estos objetos.
«Estoy muy contento porque el Ejército Nacional desarmó los corazones de los
caleños. Pudimos ver cómo cientos de familias se integraron en el circo, y no sólo
sacamos sonrisas, sino que también, les dejamos un mensaje de paz y educación»,
indicó el coronel Álvaro Iván Santa Forero, comandante de la Brigada de Acción
Integral y Desarrollo N.°2.

Esta iniciativa se realizó junto a la secretaría de Seguridad y Justicia de Cali, la Policía
de Adolescencia e Infancia, diferentes fundaciones de la ciudad y la empresa privada,
con el propósito de llevar la institucionalidad a los caleños y mostrar la presencia del
Ejército Nacional en diferentes escenarios culturales, educativos y de seguridad.
«Feliz de acompañar a mi hijo en la entrega simbólica de juguete bélicos y armas
blancas, ya que esto es un mensaje muy importante para nuestros hijos, adolescentes
y jóvenes, de que, desarmamos nuestras manos y tenemos abierto el corazón, expresó
María Liliana Jaramillo Valencia, madre de familia y asistente a la función y Plan
Desarme.



Por su parte, Carlos Alberto Agudelo, más conocido en el mundo artístico como Palín
Román, un joven influencer y cantante que apoyó al Ejército Nacional en esta iniciativa
para llegar a niños con problemas de drogadicción, prostitución y de pobreza indicó:
«Los rescatamos de esos lugares para que ellos vean un mundo diferente y que hay
esperanza; gracias a estos programas que nos permiten mostrarles a los niños otro
mundo totalmente diferente al cual los quieren incluir donde hay arte y cultura, gracias
al Ejército», dijo.
Fueron más de 700 niños y jóvenes que llegaron hasta la carpa del circo Colombia
N.°3 con un gesto voluntario de entregar sus armas blancas y juguetes bélicos para
mostrar la pureza de sus corazones.

Una vez más el Ejército Nacional reafirma su compromiso de trabajar y articular
esfuerzos para la reconstrucción del tejido social del Valle del Cauca.